Rutinas y pautas que siempre ayudan

Por supuesto depende del problema o el malestar que tengas, y en esto es fundamental que puedas contar con la ayuda de un profesional que pueda ayudarte de una forma personalizada, pero hay algunas pautas que han demostrado generalmente ser eficaces a nivel psicológico y que quiero compartir contigo; vamos con ellas:

Mantén tu casa limpia y ordenada:

El estado del espacio que ocupamos es a la vez un reflejo y un condicionante de nuestro estado de ánimo, por lo tanto empecemos por asegurar que sea un lugar agradable en el que pasar los días, que transmita orden, armonía y limpieza.

Sigue unos horarios:

Lo habrás oído ya, pero es realmente importante. El cuerpo necesita unos horarios estables de hora de levantarse, de comidas, de irse a dormir, etc. Cuando no los respetamos, corremos el riesgo de alterar nuestros ritmos biológicos y tener problemas de sueño, alteraciones en el apetito (y en el peso), trastornos del estado de ánimo… Por tanto, levántate y ve a dormir cada día a la misma hora, haz las comidas en unos horarios concretos, no comas entre horas, y márcate unos horarios para el resto de actividades que hagas durante el día –para las cuales intentaré darte ideas en el resto del artículo.

Mantén el aseo personal y cuida tu aspecto como lo hacías habitualmente:

Puede sonar superfluo, pero no lo es. Si teletrabajas o estás en casa, vístete con ropa de calle (o de deporte si vas a hacerlo) y no andes todo el día en pijama; aséate, péinate, aféitate, maquíllate si lo solías hacer... Cómo nos vemos influye en nuestro estado de ánimo y en nuestra motivación.

Mantente activo/a:

Está bien tener ratos para no hacer nada, e incluso es bueno aburrirse, pero cuando se trata de un periodo prolongado y obligatorio (no unas vacaciones o un fin de semana libre), es necesario cuidar la mente y el cuerpo para no entrar en hábitos insanos o malestar.

¿Qué hacer?

  • Haz ejercicio físico todos los días, aunque sea media hora. Puedes usar aparatos como una bicicleta estática, una cinta de caminar, pesas, cuerdas, etc. si las tienes, pero si no, puedes seguir multitud de clases que hay online de forma gratuita (yoga, pilates, meditación, fitness, zumba, baile, estiramientos para la espalda…). Escoge lo que más te guste y márcate unas horas concretas para hacerlo.

  • Ejercita el cerebro: si estás teletrabajando, ya tendrás la mente ocupada durante unas horas al día, pero si no, puedes aprovechar para ejercitarlo leyendo un libro o artículos, estudiando idiomas (hay apps gratuitas para ellos), escribiendo un relato o tus propios sentimientos, llevando un diario de tu experiencia en el día a día, haciendo sudokus, crucigramas, jeroglíficos…

  • Relaciónate: estar solos nos puede sentar bien si es algo escogido o temporal, pero si es algo impuesto o prolongado, puede pasarnos factura, ya que somos seres sociales por naturaleza. No te aísles.

  • Usa tus manos para crear algo: las manualidades nos sumergen en un estado de relajación y desconexión mental. Puedes dibujar, pintar, coser, tejer, cocinar, confeccionar algún objeto decorativo para tu casa… para todo ello puedes encontrar tutoriales en internet, apps y webs con ideas, recetas y explicaciones.

  • Puedes ver películas y series que te gusten, las producciones premiadas del año, grandes clásicos del cine, los mejores blockbusters…

    No te satures de noticias ni de redes sociales:

Cada día hay muchas noticias preocupantes o directamente negativas. Si no te estás sintiendo bien, limita el tiempo que dedicas a ellas. Lo mismo ocurre con las redes sociales: piensa que la mayoría de lo que se muestra en ellas es una realidad maquillada, filtrada, y parcial; en ellas parece que todo el mundo tiene una vida interesantísima, que son felices, que tienen multitud de amigos… Y en muchos casos no es así. Si te crees todo lo que ves, tendrás la sensación de que tu vida está vacía, o de que todos son felices menos tú, y la realidad es que todos tenemos nuestros problemas, inseguridades, miedos, y épocas de ansiedad o de infelicidad. Somos humanos…

Practica alguna actividad de meditación o relajación como parte de tu rutina diaria:

La respiración y la relajación tienen beneficios importantes sobre el organismo y la mente para la mayoría de personas. Si nunca las has practicado, empieza con tiempos cortos para probar y observa cómo te sientes después.

Si te sientes mal, pide ayuda:

Si notas síntomas de malestar emocional y psicológico, no los ignores, y mucho menos te avergüences: nos pasa a todos en algún momento de la vida. Habla con personas allegadas sobre cómo te sientes, y pide ayuda (la mayoría de los profesionales están utilizando también modalidades online si te cuesta salir de casa o no tienes tiempo).

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